: Troblemaker - Hyuna & HyunSeung
: En busca de bello MiNew~♥ *3*)/!
Hola~!
Yo de nuevo con otro fic .. no es la gran cosa~ Solo lo escribí para un concurso que.. no creo ganar x'D
Titulo:
First Date.
Autora:
Tsuki~ :3!
Pareja:
Hikaru Yaotome x Ryutaro Morimoto { HikaRyu ♥ }
Clasificación: G
Genero: …
¿Humor? Romance .. no se x’D
Extensión:
One-shot
Summary: “Así
que ahora estaba ahí, por que ese par creía que una roca tenían mas tacto con
las chicas que él, y no podían dejar que arruinara una primera cita, que
supuestamente debía ser perfecta.”
Notas: Es
tan aburrido ;A;! .. Lo siento ;__; .. Era mas lindo en mi cabeza x’DD
Advertencias: lalala~♪ Hikaru sigue siendo rubio para mi(??) por que... es
sexy así BD (?) ok no xD
『★』~『★』~『★』~『★』
Definitivamente,
iba a golpearlo.
Oh,
si~ Por supuesto que lo haría, y mejor aun, esta vez tenia una excusa lo
suficientemente valida como para que Hikaru no pudiera siquiera reclamarle, y
si aun así se atrevía a intentarlo, pues… ¡Lo golpearía otra vez!. Por que se
lo tenia bien merecido y punto. Y Ryutaro sabía, que cualquiera en su lugar
haría exactamente lo mismo si la persona que esperas –y que te cito a ti en
primer lugar sin tomar en cuenta tu opinión– no llega a la hora acordada, ¿Verdad?.
Claro
que él no era ningún maniático de la puntualidad, ni disfrutaba maltratando a
su rubio amigo –O por lo menos eso era lo quería creer– pero que el chico
llevara cuarenta minutos de retraso y sin tomarse la molestia de llamarlo o
mandarle un mensaje de texto explicándole el motivo de se tardanza, ¡Definitivamente
lo molestaba!
Pero
él no iba a ser el que intentara ponerse en contacto con Hikaru, por que en
primer lugar ni siquiera había aceptado del todo aquella salida, y el plan tan
extraño que implicaba, y el único motivo por el cual aun estaba ahí era para…
Bueno, golpearlo por hacerlo esperar y obligarlo a que le comprara el helado
más grande y caro que encontrará, ese SI era un buen plan, no como las
tonterías que…
— Lindo
Ryu-chan, sonríe~
— ¿Eh?
La
alegre voz de Hikaru, acompañada del clásico ‘click’ que los celulares emitían
para indicarte que una foto había sido tomada le hizo dar un respingo asustado,
¿En que momento había llegado? Tan concentrado estaba en sus ideas y pequeñas
venganzas que… Esperen.
— ¡Auch! — Hikaru protesto
en cuanto sintió el puño del pequeño golpeando su brazo izquierdo, llevando casi
por inercia su mano opuesta a aquella zona. — Me alegra saber que te da tanto gusto
verme. — Contrario al ligero dolor que sentía, una
sonrisa divertida se formo en sus labios, después de todo, no era como si no se
hubiera esperado ya una bienvenida así.
Ryutaro
rodó los ojos ante las palabras del mayor, pensando seriamente en si golpearlo
de nuevo sería una buena idea. —
¿Es que acaso la puntualidad y tú no son buenos amigos? — Alegó, mirándolo con un puchero
adornando su rostro, consiguiendo ser fotografiado nuevamente por el mayor. —
¡Y deja de tomarme fotos!
— Mal,
mal pequeño Ryu-chan, cuando una chica llega tarde a la cita es por que le
importa demasiado lo que pienses de ella, así que tarda mas tiempo de lo normal
arreglándose. — Respondió tranquilo mientras presionaba unas cuantas cosas en
su celular. — Y bueno, no es mi culpa que tu cara de enfado sea linda. Le
mandaré la foto a Yabu y veras que piensa lo mismo~
— ¿En
verdad tenemos que hacer esto?
—
Deja de quejarte y camina.
El
pequeño quiso correr y encerrarse en su habitación hasta el final de sus días
en cuanto escucho la pobre excusa de Yaotome, ignorando incluso el comentario
siguiente, que en otras circunstancias lo hubiera hecho enfadar aun más. Por
que había estado tan ocupado quejándose de la impuntualidad de Hikaru que había
olvidado por completo el principal problema.
Su
cita, no cita con el mayor.
Y
otro nombre se agrego a su lista de futuros asesinatos. Por que de su cuenta
corría que Shintaro pagaría por lo que había ocasionado, así fuera lo último
que hiciera en la vida, si no fuera por esa persona que se hacía llamar su
hermano no estaría ahora en medio de esa torpe falsa cita.
¿Cómo
es que había terminado así?
Siendo
sinceros, Ryutaro no le veía lo extraordinario a que una chica lo invitara a
salir, es decir, todas las personas lo hacen, ¿no? La única excepción aquí era,
que esa sería su primera cita y a Shintaro le había parecido divertido divulgarlo
a todo el ser vivo que le prestara algo de atención, cosa que no importaría en
lo más mínimo si la noticia no hubiera llegado también a oídos de todos sus
compañeros de grupo, y por consiguiente, a Hikaru.
Y
sin saber exactamente como, todo había acabado con un Takaki alegando que
seguramente no tendría la menor idea de que hacer en una cita romántica, con
Yabu y Daiki dándole la razón, Inoo y Keito escribiendo una lista de cómo debía
tratar a las mujeres, Yuto conversando con Yamada sobre lo nostálgico que lo
ponía el recordar su primera cita, Chinen intentado adivinar el tipo de chica
que había tenido el valor de invitarlo y Hikaru… bueno el, solamente se
dedicaba a mirarlo como si quisiera reprocharle algo, mientras Shintaro a su
lado parecía estar hablándole de algunas cosas que él era incapaz de escuchar.
Quiso
acercarse y preguntar que era lo que sucedía, hasta que claro, la sonrisa
traviesa que había desaparecido por un momento del rostro de Hikaru, regreso. El
cuerpo de Ryutaro se tenso automáticamente, y aquella extraña vocecita en su
cabeza le grito que corriera lo mas lejos que sus piernas se lo permitieran de
aquel lugar y del extraño plan que ese par se traía entre manos, pero supo que
era demasiado tarde cuando sintió el brazo de Yaotome rodeando sus hombros para
evitar que huyera y susurrarle después un casual “Creo que deberíamos tener una
cita Ryu-chan~” al oído.
Así que ahora estaba ahí, perdiendo la tarde
de lo que pudo haber sido un perfecto sábado jugando videojuegos, caminando por
las calles de Tokio a mitad de aquella cita de práctica que a su hermano y al
mayor les parecía tan buena idea que tuviera, por que ese par creía que una
roca tenían mas tacto con las chicas que él, y no podían dejar que arruinara
una primera cita, que supuestamente debía ser perfecta. ¿Desde cuando aquellos
dos se habían vuelto cercanos?, ¿O solo lo hacían a propósito para confabular
en su contra?
Sobra
decir que negarse a tan descabellado plan fue algo inútil, y no era como si él
jamás hubiera salido ya con Hikaru antes, pero que el rubio jugara esta vez el
rol de la ‘chica’ con la que se suponía estaba teniendo una cita y el de
sabelotodo que le enseñaba lo que debía y no debía hacer era… Tan bizarro.
— ¿Quieres
dejar de hacer eso? — El pequeño Morimoto dejo sus pensamientos a un lado,
mirando algo irritado la mano de Hikaru, que llevaba vario tiempo ya chocando
con la suya, gracias a la excesiva cercanía que mantenían sus cuerpos mientras
caminaban uno al lado del otro, y que no estaba seguro de cuando se había
creado.
— ¿Qué?
— El mayor fingió no entender, riendo internamente por la poca paciencia del
chico y rozándole la mano de manera poco disimulada un par de veces más. — No
hago nada.
— ¡Eso!
¡Se que lo haces apropósito! — Ryutaro chocó con algo de brusquedad su mano con
la de Hikaru en repetidas ocasiones, demostrándole así con acciones a lo que se
refería.
— Ah~
— Hikaru paro un momento, disfrutando del ligero puchero en los labios del
pequeño cuando este se detuvo también. — Creo que ya entiendo de lo que hablas.
— Sonrió, por que su diminuto e improvisado plan había dado efecto, y ahora
tenía lo que quería. — Si tanto deseabas sostener mi mano lo hubiera pedido y
ya, no me molesta. Después de todo esto es una cita. — Sin esperar respuesta sostuvo
la mano de Ryutaro con la suya, para retomar su camino después.
— Eres
tan raro
Hikaru
rió levemente ante aquellas palabras, relajándose un poco cuando el casi seguro
reclamo que esperaba, no llego. — Vamos ya, que llegaremos tarde. — Y en un
rápido y sutil movimiento entrelazo un poco más de sus dedos, sintiendo de
inmediato el reconfortante calorcito que le producía la piel del pequeño contra
la suya, y que le hizo ensanchar su sonrisa un poco mas.
『★』『★』『★』『★』
—
Usualmente las primeras citas son en algún parque de atracciones o cines, pero
el acuario esta bien para comenzar, — Hikaru miro a su alrededor una vez que
estuvieron dentro de aquel lugar, sonriendo ante su buena elección, por que el
acuario de Tokio era perfecto, y las parejas acarameladas alrededor solo
terminaban de comprobarlo. — y tiene ese cierto aire romántico que…
Pero
antes de que pudiera continuar explicando todo lo que había preparado sintió a
Ryutaro soltar su mano –que hasta ese momento habían permanecido unidas– para
después correr hasta la hermosa exhibición que protagonizaban los animales
marinos al otro lado del cristal.
—
¡Oh! ¡Mira Hikaru, mira~! ¡Es enorme~~! — El pequeño Morimoto sonrió y señalo
entusiasmado la gran mantarraya que nadaba de un lado a otro en aquella gran
pecera, sin despegar un segundo su mirada de ella y olvidando completamente que
se suponía debía estar prestando atención a lo que el mayor le decía.
— A
este paso no aprenderá nada. — Hablo para si mismo, pues la atención de su
acompañante hace tiempo que le había sido arrebatada. — Comienzo a preguntarme
si tendrá una cita o una excursión escolar. — Hikaru dejo que un suspiro
derrotado escapara de sus labios cuando vio al pequeño caminar de un lado a
otro fotografiando a los peces con su teléfono celular. — Supongo que por un
rato esta bien.
Sonrió, aun siguiendo a Ryutaro con la mirada,
por que tal vez Shintaro tenía razón y debía de empezar a ser sincero y no
escudarse con un plan tan extraño como lo era el fingir que ayudaría a que la
dichosa cita con esa chica de la cual solo conocía el nombre fuera perfecta.
Por que la verdad era que ella no podría importarle menos, pero que esa persona
se llevara la primera cita del pequeño no podía permitirlo, por mas caprichoso
que pudiera sonar aquello, y pensándolo un poco, lo que ellos estaban haciendo
en ese momento debía contar como una primera cita ¿Cierto? Aunque la otra parte
se comportara como un infante y cortara toda la atmosfera romántica, era una
cita al fin y al cabo.
Si, Hikaru
le había ganado a esa atrevida chica, y definitivamente le ganaría en muchas
cosas más.
— No
debes ignorar de esa manera a tu cita, Ryutaro. — El mayor corrió hasta la
nueva sala donde el pequeño había ido, esa que le daba la sensación a
cualquiera de estar encerrado en una burbuja debajo del mar, y que ahora solo
era ocupada por ellos dos. — Se aburrirá de ti.
— Si
lo hace es su problema. — Fue la escuálida respuesta que soltó el pequeño
mientras miraba entretenido por el lugar.
— ¿En
verdad Miorin-chan fue la que te invito a salir? ¿Seguro que no fuiste tu el
que la acoso hasta que aceptara? — Hikaru intento no sonar interesado, picando
repetidas veces la mejilla de Ryutaro con uno de sus dedos para que dejara de ignorarlo.
— ¿Cómo
es que…? — El pequeño Morimoto quiso preguntar si es que la conocía, pero seguramente
había sido su hermano quien le hablara de ella a Hikaru- ¡Claro que fue ella!,
yo no… pensé que solo quería tomar algo y conversar un rato como hacemos
después de clases así que le dije que si, pero… pero… ¡No sabía que era una
cita! – Cuando sus ojos chocaron con los del mayor sintió esa enorme necesidad
de justificarse, por que Miorin era su amiga, pero nada mas y quería que Yaotome
lo tuviera claro.
Hikaru
no puedo evitar reír ante el rostro alterado de Ryutaro, por que si el momento
no se hubiera sumergido en un extraño sentimiento que aun no alcanzaba a
comprender, seguramente no perdería la oportunidad de tomarle una foto.
— Ya,
ya~ Conociendo la poca atención que prestas a las personas que te rodean no
dudo que algo así haya pasado. — Y le revuelve un poco el cabello, en un
intento de relajar al pequeño. — Eres tan despistado Ryu-chan, hay demasiadas
cosas a tu alrededor tan evidentes y que eres el único en no notar. Algunas
veces eso es frustrante. — La sonrisa de Hikaru menguo un poco, algo que el
otro chico no noto.
— ¡Hey!
Me haces parecer un torpe. — Se quejo, alejando su cuerpo del mayor para que
dejara de jugar con su cabello.
— Por
más indirectas que intente jamás te das cuenta, ¿Debería ser tan directo como
ella?
Y
entonces Ryutaro se dio cuenta, que la mirada de Hikaru era la misma a cuando
se entero que tendría una cita, esa que parecía quería hacerlo entender lo que
con palabras el rubio no se animaba a decirle, pero que el era incapaz de
captar. ¿Era su culpa? ¿En realidad era tan poco observador a su entorno? Y de
nuevo quiso preguntarle, quiso entender. Pero cuando sintió al mayor
acercándose a su rostro su cerebro sufrió un bloqueo. Por que le fue casi
imposible ahogar el jadeo asustado que se escapo de sus labios al sentir las
manos de Hikaru sobre sus mejillas, casi jurando que lo hacía por temor a que
saliera huyendo, cosa que últimamente pretendía hacer con mucha frecuencia.
Y lo
tuvo tan cerca, en medio de esa pequeña desolada sección del acuario, que pudo
verse reflejado en aquel par de ojos marrones, que seguían queriéndole
transmitir un mensaje.
— ¿ …A-Aquí es donde se supone que debo
besarla… ? — Hablo sin pensarlo realmente, sintiendo como el cuerpo de Hikaru
se tensaba ante sus palabras, y se sintió torpe por haber olvidado que todo
aquello era solo una cita falsa.
— Los
besos en las primeras citas no son buenos.
— Respondió, sonriendo ácidamente al notar que de nuevo, sus
sentimientos no había sido captados. Tal vez, así debía ser. — Es hora de
irnos.
Y
por primera vez en todo el día el pequeño solo asintió, tomando la mano que Hikaru
le había ofrecido y dejándose llevar fuera del lugar. No importando el hecho de
que no llevaran mas de dos horas ahí.
『★』『★』『★』『★』
El
camino a casa de Ryutaro fue relativamente corto, cosa que el menor agradecía
sinceramente, por que fue solo cuando se vio frente a la puerta de su casa que
el aire regreso de nuevo a sus pulmones. Permitiéndose sonreírle ligeramente a
ese Hikaru que no había dicho ni media palabra en el trayecto, pero que seguía
sosteniendo fuertemente su mano, con aquella angustia aun reflejada en sus
ojos.
—
Gracias por traerme, aunque no era necesario. — Le dijo, rompiendo por fin el
molesto silencio que los mantenía envueltos.
— Acompañarla
hasta su casa es lo que debes hacer al final de una cita, recuérdalo.
Ryutaro
asintió ante las palabras de Hikaru sin tomarlas realmente en cuenta. ¡¿Que
rayos importaba la estúpida cita de práctica en aquel momento?!
—
Entonces… supongo que nos veremos después. — Era el momento de irse, lo supo
cuando el mayor dejo de aferrarse a su mano, y pensó en invitarlo a tomar algo,
o en quedarse afuera hablando de cualquier tontería, pero solo se vio con el
valor de caminar lentamente hasta la puerta de su casa, girando una ultima vez
para despedirse con un leve movimiento de su mano.
Pero
lo que nunca espero, fue el cuerpo de Hikaru acorralándolo contra aquel trozo
de madera, en un rápido movimiento que lo obligo a levantar temeroso su mirada
que enseguida choco con la del rubio, justo como lo sucedido hace un par de
minutos en el acuario, con la excepción de que ahora los ojos del mayor solo
reflejaban decisión.
—
Espera. — Las manos de Hikaru viajaron nuevamente a sus mejillas, atrayendo sus
cuerpos una vez más. — Hay algo más que olvide enseñarte. — Y Lo último que
Ryutaro pudo ver fue aquella sonrisa traviesa dibujarse en los labios del mayor
antes de presionarlos contra los suyos.
Por
que fue incapaz de mantener los ojos abiertos en cuanto la palabra ‘beso’
apareció en su mente, Hikaru lo estaba besando, tan dulcemente que incluso le
dieron ganas de reír a causa de la vergüenza que aquello le producía. Y cuando
sintió como sus labios respondían lentamente a los movimientos que Yaotome marcaba
solo pudo aferrarse fuertemente a la ropa que vestía el mayor, por que aquello
no era desagradable, pero si algo nuevo, y comenzaba a tener miedo de las
sensaciones que algo como eso le provocaban.
— Dijiste
que los besos en las primeras citas no eran correctos. — Susurro cuando la
falta de oxigeno los obligo a separarse, sujeto aun a la camiseta del mayor.
— Algunas
veces, solo es bueno arriesgarse y ver que pasa después. — Respondió el mayor, deslizando
sus manos por las mejillas del pequeño hasta llegar a sus manos hechas puño
aferradas a su ropa, liberándose lentamente. — La lección termina aquí, suerte
con ella Ryu-chan.
Ryutaro
miro a Hikaru marcharse después de decirle aquello, llevando una mano a su
pecho, y sintiendo perfectamente los acelerados latidos de su corazón que
también retumbaban en sus oídos, acompañados de ese dulce hormigueo que atacaba
sus labios y que le producía una agradable sensación, necesitaba saber que no
estaba alucinando, o que pronto moriría a causa de algún mal cardíaco.
Y en
medio de todo aquello, tomo una decisión.
『★』『★』『★』『★』
Su
mañana del domingo había tenido un inicio terrible, por que al parecer su
familia encontraba divertido excluirlo de las salidas que tenían programadas y
dejarle una simple nota con explicaciones absurdas que en ese momento no tenia
ganas de conocer.
Miro
la casa por un instante, tanto silencio no era bueno, necesitaba distraerse para
no recordar las tonterías que había cometido el día anterior y que ahora
seguramente Ryutaro estaba a mitad de su cita con esa tal Miorin, que apostaba
todo lo que tenia en su poder a que no era para nada bonita, ni inteligente, ni
divertida, ni… ni…
— ¡Aish!
¡Creo que iré a molestar a Takaki un rato~!. — Grito, intento deshacerse así de
toda aquella frustración que el tema le
provocaba mientras revolvía de sus rubios cabellos con ambas manos. Yuya
siempre era la mejor opción para despejarse un rato, aunque ahora que se había
conseguido novia era algo más torpe que lo normal.
Con
ese último pensamiento robándole una sonrisa Hikaru salió dispuesto a correr a
la casa de su amigo y pensando en que invitar a Yabu también seria una buena
idea. Pero la persona que encontró ahí, de pie frente a el cuando abrió la
puerta lo paralizo. “¿Qué haces aquí?” Intento preguntarle, pero la voz se
había quedado atorada a mitad de su garganta, ¿Y se venia a golpearlo por haberlo
besado al día anterior? Tal vez era algo que merecía pero… que hacía Ryutaro
ahí en primer lugar, a esas hora del día debería estar con esa molesta chica.
— Yo…
estaba apunto de salir y…
— Le
dije a Miorin-chan que no podía ir. — La voz insegura del pequeño corto la
pobre excusa que estaba apunto de darle, confundiéndolo un poco más en el
proceso, pero se mantuvo en silencio, esperando a que el chico continuara. — eh…
Quiero… Quiero probar algo, así que… Creo que tú y yo deberíamos tener una cita
Hikaru.
Soltó
el pequeño, con las mejillas sonrosadas y desviando su mirada a otro punto que
no fuera el mayor, intentando ocultar el nerviosismo que atacaba su cuerpo, pero
que el jugueteo constante que mantenía entre sus manos detrás de su espalda
delataba enseguida. Hikaru no supo exactamente como tomar aquellas palabras,
pero después de algunos segundos sonrió al recordar que eran las mismas que él
había utilizado días antes con el menor.
— Ya
tuvimos una, ¿No lo recuerdas? — Intento parecer ofendido, logrando una leve risa
en Ryutaro, que lo hizo reír también. — Supongo que tendré que aceptar ya que viniste
hasta aquí.
—
Pero antes, tengo una pregunta. — El pequeño Morimoto hablo, ganándose toda su
atención a medida que se acercaba a él. — Los besos en las segundas citas… ¿Están
bien?.
La
sonrisa que se formo en el rostro de Ryutaro fue tan hermosa, que Hikaru quiso
golpearse mentalmente por tener pensamientos cursis como esos. — Que importa. —
Y cuando al fin lo tuvo lo suficientemente cerca, atrajo ese pequeño cuerpo en
un fuerte abrazo para besas aquello delgados labios que tanto le gustaban,
siendo correspondido al instante.
『★』~『★』~『★』~『★』
¡ESTO ES HERMOSO!! no sabes cuanto amo esta pareja~ y lo malo es que casi no escriben de ellos:c pero tu! lo hiciste estupendo afsgfdhavjaa!! lo amo<3
ResponderEliminar