lunes, 18 de junio de 2012

★ {RandomLive} Reto 30 días de Música con FanFics~

: YuyaRi~ Pronto acabaré BD!

: S.O.L.O. - Super Junior M

: FaceBook~


¡Oh, si, Baby~!
Por que se que solo yo lo pedí(?) 


¡¡Reto 30 días de Música con FanFics~!! !

*Se emociona~(?)*



¿A que suena divertido?
Son libres de hacerlo también x’D. Aunque no creo que a alguien le parezca interesante esto xDD

Pues… Es algo sencillo~ Como el titulo lo dice, por 30 días deberán subir un One-shot, Drabble, idea interesante(?) basado en la primera canción que escuchen en el día~ :3!

¡Ojo!(?) No tiene que ser un song-fic por el hecho de estar inspirado en una canción, así que lo que escribas no tiene que ser fiel a la letra, solo escriban lo primero que pase por su cabeza mientras escuchan la canción, eso es lo divertido de la situación, no todo el mundo imagina lo mismo al escuchar la misma canción -w-

La única regla es que debe llevar por titulo el nombre de la canción que escucharon, junto con un video de la misma al final del fic :D .. No es tan difícil, ¿O si? D:! No están obligados a subir un fic diario –Se que eso es demasiado complicado -3-*– puede ser cada que se les de la gana xD, El punto es cumplir con los 30 días -w- ~ Pero no es necesario que sean actualizaciones continuas. Espero se entienda D:!. Para que comprendan mejor.. es igual a un reto de 30 días en el Facebook xD

 Bueno~ Hago esto por que quería un reto de Fics y nadie me da uno e-é Así que yo sola puedo (?) xD. Como ya dije si quieren intentarlo también, ¡Adelante! *3*~ Yo podré mi primer Fic basado en este reto pronto BD!

 Bye Nyappy~~!

domingo, 10 de junio de 2012

♠ {ONESHOT} First Date.

: Jamas debí escribir algo así x'D

: Troblemaker - Hyuna & HyunSeung

: En busca de bello MiNew~♥ *3*)/!


Hola~!
Yo de nuevo con otro fic  .. no es la gran cosa~ Solo lo escribí para un concurso que.. no creo ganar x'D



Titulo: First Date.
Autora: Tsuki~ :3!
Pareja: Hikaru Yaotome x Ryutaro Morimoto { HikaRyu }
Clasificación: G
Genero: … ¿Humor? Romance .. no se x’D
Extensión: One-shot
Summary: “Así que ahora estaba ahí, por que ese par creía que una roca tenían mas tacto con las chicas que él, y no podían dejar que arruinara una primera cita, que supuestamente debía ser perfecta.”
Notas: Es tan aburrido ;A;! .. Lo siento ;__; .. Era mas lindo en mi cabeza x’DD
Advertencias: lalala~ Hikaru sigue siendo rubio para mi(??) por que... es sexy así BD (?) ok no xD


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Definitivamente, iba a golpearlo.

Oh, si~ Por supuesto que lo haría, y mejor aun, esta vez tenia una excusa lo suficientemente valida como para que Hikaru no pudiera siquiera reclamarle, y si aun así se atrevía a intentarlo, pues… ¡Lo golpearía otra vez!. Por que se lo tenia bien merecido y punto. Y Ryutaro sabía, que cualquiera en su lugar haría exactamente lo mismo si la persona que esperas –y que te cito a ti en primer lugar sin tomar en cuenta tu opinión– no llega a la hora acordada, ¿Verdad?.

Claro que él no era ningún maniático de la puntualidad, ni disfrutaba maltratando a su rubio amigo –O por lo menos eso era lo quería creer– pero que el chico llevara cuarenta minutos de retraso y sin tomarse la molestia de llamarlo o mandarle un mensaje de texto explicándole el motivo de se tardanza, ¡Definitivamente lo molestaba!

Pero él no iba a ser el que intentara ponerse en contacto con Hikaru, por que en primer lugar ni siquiera había aceptado del todo aquella salida, y el plan tan extraño que implicaba, y el único motivo por el cual aun estaba ahí era para… Bueno, golpearlo por hacerlo esperar y obligarlo a que le comprara el helado más grande y caro que encontrará, ese SI era un buen plan, no como las tonterías que…

 — Lindo Ryu-chan, sonríe~

¿Eh?

La alegre voz de Hikaru, acompañada del clásico ‘click’ que los celulares emitían para indicarte que una foto había sido tomada le hizo dar un respingo asustado, ¿En que momento había llegado? Tan concentrado estaba en sus ideas y pequeñas venganzas que… Esperen.

¡Auch! — Hikaru protesto en cuanto sintió el puño del pequeño golpeando su brazo izquierdo, llevando casi por inercia su mano opuesta a aquella zona. — Me alegra saber que te da tanto gusto verme. —   Contrario al ligero dolor que sentía, una sonrisa divertida se formo en sus labios, después de todo, no era como si no se hubiera esperado ya una bienvenida así.  

Ryutaro rodó los ojos ante las palabras del mayor, pensando seriamente en si golpearlo de nuevo sería una buena idea. — ¿Es que acaso la puntualidad y tú no son buenos amigos? — Alegó, mirándolo con un puchero adornando su rostro, consiguiendo ser fotografiado nuevamente por el mayor. ¡Y deja de tomarme fotos!

— Mal, mal pequeño Ryu-chan, cuando una chica llega tarde a la cita es por que le importa demasiado lo que pienses de ella, así que tarda mas tiempo de lo normal arreglándose. — Respondió tranquilo mientras presionaba unas cuantas cosas en su celular. — Y bueno, no es mi culpa que tu cara de enfado sea linda. Le mandaré la foto a Yabu y veras que piensa lo mismo~

— ¿En verdad tenemos que hacer esto?

— Deja de quejarte y camina.

El pequeño quiso correr y encerrarse en su habitación hasta el final de sus días en cuanto escucho la pobre excusa de Yaotome, ignorando incluso el comentario siguiente, que en otras circunstancias lo hubiera hecho enfadar aun más. Por que había estado tan ocupado quejándose de la impuntualidad de Hikaru que había olvidado por completo el principal problema.

Su cita, no cita con el mayor.

Y otro nombre se agrego a su lista de futuros asesinatos. Por que de su cuenta corría que Shintaro pagaría por lo que había ocasionado, así fuera lo último que hiciera en la vida, si no fuera por esa persona que se hacía llamar su hermano no estaría ahora en medio de esa torpe falsa cita.

¿Cómo es que había terminado así? 

Siendo sinceros, Ryutaro no le veía lo extraordinario a que una chica lo invitara a salir, es decir, todas las personas lo hacen, ¿no? La única excepción aquí era, que esa sería su primera cita y a Shintaro le había parecido divertido divulgarlo a todo el ser vivo que le prestara algo de atención, cosa que no importaría en lo más mínimo si la noticia no hubiera llegado también a oídos de todos sus compañeros de grupo, y por consiguiente, a Hikaru.

Y sin saber exactamente como, todo había acabado con un Takaki alegando que seguramente no tendría la menor idea de que hacer en una cita romántica, con Yabu y Daiki dándole la razón, Inoo y Keito escribiendo una lista de cómo debía tratar a las mujeres, Yuto conversando con Yamada sobre lo nostálgico que lo ponía el recordar su primera cita, Chinen intentado adivinar el tipo de chica que había tenido el valor de invitarlo y Hikaru… bueno el, solamente se dedicaba a mirarlo como si quisiera reprocharle algo, mientras Shintaro a su lado parecía estar hablándole de algunas cosas que él era incapaz de escuchar.

Quiso acercarse y preguntar que era lo que sucedía, hasta que claro, la sonrisa traviesa que había desaparecido por un momento del rostro de Hikaru, regreso. El cuerpo de Ryutaro se tenso automáticamente, y aquella extraña vocecita en su cabeza le grito que corriera lo mas lejos que sus piernas se lo permitieran de aquel lugar y del extraño plan que ese par se traía entre manos, pero supo que era demasiado tarde cuando sintió el brazo de Yaotome rodeando sus hombros para evitar que huyera y susurrarle después un casual “Creo que deberíamos tener una cita Ryu-chan~” al oído.

 Así que ahora estaba ahí, perdiendo la tarde de lo que pudo haber sido un perfecto sábado jugando videojuegos, caminando por las calles de Tokio a mitad de aquella cita de práctica que a su hermano y al mayor les parecía tan buena idea que tuviera, por que ese par creía que una roca tenían mas tacto con las chicas que él, y no podían dejar que arruinara una primera cita, que supuestamente debía ser perfecta. ¿Desde cuando aquellos dos se habían vuelto cercanos?, ¿O solo lo hacían a propósito para confabular en su contra?

Sobra decir que negarse a tan descabellado plan fue algo inútil, y no era como si él jamás hubiera salido ya con Hikaru antes, pero que el rubio jugara esta vez el rol de la ‘chica’ con la que se suponía estaba teniendo una cita y el de sabelotodo que le enseñaba lo que debía y no debía hacer era… Tan bizarro.  

— ¿Quieres dejar de hacer eso? — El pequeño Morimoto dejo sus pensamientos a un lado, mirando algo irritado la mano de Hikaru, que llevaba vario tiempo ya chocando con la suya, gracias a la excesiva cercanía que mantenían sus cuerpos mientras caminaban uno al lado del otro, y que no estaba seguro de cuando se había creado.

— ¿Qué? — El mayor fingió no entender, riendo internamente por la poca paciencia del chico y rozándole la mano de manera poco disimulada un par de veces más. — No hago nada.

— ¡Eso! ¡Se que lo haces apropósito! — Ryutaro chocó con algo de brusquedad su mano con la de Hikaru en repetidas ocasiones, demostrándole así con acciones a lo que se refería.

— Ah~ — Hikaru paro un momento, disfrutando del ligero puchero en los labios del pequeño cuando este se detuvo también. — Creo que ya entiendo de lo que hablas. — Sonrió, por que su diminuto e improvisado plan había dado efecto, y ahora tenía lo que quería. — Si tanto deseabas sostener mi mano lo hubiera pedido y ya, no me molesta. Después de todo esto es una cita. — Sin esperar respuesta sostuvo la mano de Ryutaro con la suya, para retomar su camino después.

— Eres tan raro

Hikaru rió levemente ante aquellas palabras, relajándose un poco cuando el casi seguro reclamo que esperaba, no llego. — Vamos ya, que llegaremos tarde. — Y en un rápido y sutil movimiento entrelazo un poco más de sus dedos, sintiendo de inmediato el reconfortante calorcito que le producía la piel del pequeño contra la suya, y que le hizo ensanchar su sonrisa un poco mas.


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— Usualmente las primeras citas son en algún parque de atracciones o cines, pero el acuario esta bien para comenzar, — Hikaru miro a su alrededor una vez que estuvieron dentro de aquel lugar, sonriendo ante su buena elección, por que el acuario de Tokio era perfecto, y las parejas acarameladas alrededor solo terminaban de comprobarlo. — y tiene ese cierto aire romántico que…

Pero antes de que pudiera continuar explicando todo lo que había preparado sintió a Ryutaro soltar su mano –que hasta ese momento habían permanecido unidas– para después correr hasta la hermosa exhibición que protagonizaban los animales marinos al otro lado del cristal.

— ¡Oh! ¡Mira Hikaru, mira~! ¡Es enorme~~! — El pequeño Morimoto sonrió y señalo entusiasmado la gran mantarraya que nadaba de un lado a otro en aquella gran pecera, sin despegar un segundo su mirada de ella y olvidando completamente que se suponía debía estar prestando atención a lo que el mayor le decía.

— A este paso no aprenderá nada. — Hablo para si mismo, pues la atención de su acompañante hace tiempo que le había sido arrebatada. — Comienzo a preguntarme si tendrá una cita o una excursión escolar. — Hikaru dejo que un suspiro derrotado escapara de sus labios cuando vio al pequeño caminar de un lado a otro fotografiando a los peces con su teléfono celular. — Supongo que por un rato esta bien.

 Sonrió, aun siguiendo a Ryutaro con la mirada, por que tal vez Shintaro tenía razón y debía de empezar a ser sincero y no escudarse con un plan tan extraño como lo era el fingir que ayudaría a que la dichosa cita con esa chica de la cual solo conocía el nombre fuera perfecta. Por que la verdad era que ella no podría importarle menos, pero que esa persona se llevara la primera cita del pequeño no podía permitirlo, por mas caprichoso que pudiera sonar aquello, y pensándolo un poco, lo que ellos estaban haciendo en ese momento debía contar como una primera cita ¿Cierto? Aunque la otra parte se comportara como un infante y cortara toda la atmosfera romántica, era una cita al fin y al cabo.

Si, Hikaru le había ganado a esa atrevida chica, y definitivamente le ganaría en muchas cosas más.

— No debes ignorar de esa manera a tu cita, Ryutaro. — El mayor corrió hasta la nueva sala donde el pequeño había ido, esa que le daba la sensación a cualquiera de estar encerrado en una burbuja debajo del mar, y que ahora solo era ocupada por ellos dos. — Se aburrirá de ti.

— Si lo hace es su problema. — Fue la escuálida respuesta que soltó el pequeño mientras miraba entretenido por el lugar.

— ¿En verdad Miorin-chan fue la que te invito a salir? ¿Seguro que no fuiste tu el que la acoso hasta que aceptara? — Hikaru intento no sonar interesado, picando repetidas veces la mejilla de Ryutaro con uno de sus dedos para que dejara de ignorarlo.

— ¿Cómo es que…? — El pequeño Morimoto quiso preguntar si es que la conocía, pero seguramente había sido su hermano quien le hablara de ella a Hikaru- ¡Claro que fue ella!, yo no… pensé que solo quería tomar algo y conversar un rato como hacemos después de clases así que le dije que si, pero… pero… ¡No sabía que era una cita! – Cuando sus ojos chocaron con los del mayor sintió esa enorme necesidad de justificarse, por que Miorin era su amiga, pero nada mas y quería que Yaotome lo tuviera claro.

Hikaru no puedo evitar reír ante el rostro alterado de Ryutaro, por que si el momento no se hubiera sumergido en un extraño sentimiento que aun no alcanzaba a comprender, seguramente no perdería la oportunidad de tomarle una foto.

— Ya, ya~ Conociendo la poca atención que prestas a las personas que te rodean no dudo que algo así haya pasado. — Y le revuelve un poco el cabello, en un intento de relajar al pequeño. — Eres tan despistado Ryu-chan, hay demasiadas cosas a tu alrededor tan evidentes y que eres el único en no notar. Algunas veces eso es frustrante. — La sonrisa de Hikaru menguo un poco, algo que el otro chico no noto.

— ¡Hey! Me haces parecer un torpe. — Se quejo, alejando su cuerpo del mayor para que dejara de jugar con su cabello.

— Por más indirectas que intente jamás te das cuenta, ¿Debería ser tan directo como ella?

Y entonces Ryutaro se dio cuenta, que la mirada de Hikaru era la misma a cuando se entero que tendría una cita, esa que parecía quería hacerlo entender lo que con palabras el rubio no se animaba a decirle, pero que el era incapaz de captar. ¿Era su culpa? ¿En realidad era tan poco observador a su entorno? Y de nuevo quiso preguntarle, quiso entender. Pero cuando sintió al mayor acercándose a su rostro su cerebro sufrió un bloqueo. Por que le fue casi imposible ahogar el jadeo asustado que se escapo de sus labios al sentir las manos de Hikaru sobre sus mejillas, casi jurando que lo hacía por temor a que saliera huyendo, cosa que últimamente pretendía hacer con mucha frecuencia.
Y lo tuvo tan cerca, en medio de esa pequeña desolada sección del acuario, que pudo verse reflejado en aquel par de ojos marrones, que seguían queriéndole transmitir un mensaje.

 — ¿ …A-Aquí es donde se supone que debo besarla… ? — Hablo sin pensarlo realmente, sintiendo como el cuerpo de Hikaru se tensaba ante sus palabras, y se sintió torpe por haber olvidado que todo aquello era solo una cita falsa.
— Los besos en las primeras citas no son buenos.  — Respondió, sonriendo ácidamente al notar que de nuevo, sus sentimientos no había sido captados. Tal vez, así debía ser. — Es hora de irnos.

Y por primera vez en todo el día el pequeño solo asintió, tomando la mano que Hikaru le había ofrecido y dejándose llevar fuera del lugar. No importando el hecho de que no llevaran mas de dos horas ahí.


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El camino a casa de Ryutaro fue relativamente corto, cosa que el menor agradecía sinceramente, por que fue solo cuando se vio frente a la puerta de su casa que el aire regreso de nuevo a sus pulmones. Permitiéndose sonreírle ligeramente a ese Hikaru que no había dicho ni media palabra en el trayecto, pero que seguía sosteniendo fuertemente su mano, con aquella angustia aun reflejada en sus ojos.

— Gracias por traerme, aunque no era necesario. — Le dijo, rompiendo por fin el molesto silencio que los mantenía envueltos.

— Acompañarla hasta su casa es lo que debes hacer al final de una cita, recuérdalo.
Ryutaro asintió ante las palabras de Hikaru sin tomarlas realmente en cuenta. ¡¿Que rayos importaba la estúpida cita de práctica en aquel momento?!

— Entonces… supongo que nos veremos después. — Era el momento de irse, lo supo cuando el mayor dejo de aferrarse a su mano, y pensó en invitarlo a tomar algo, o en quedarse afuera hablando de cualquier tontería, pero solo se vio con el valor de caminar lentamente hasta la puerta de su casa, girando una ultima vez para despedirse con un leve movimiento de su mano.

Pero lo que nunca espero, fue el cuerpo de Hikaru acorralándolo contra aquel trozo de madera, en un rápido movimiento que lo obligo a levantar temeroso su mirada que enseguida choco con la del rubio, justo como lo sucedido hace un par de minutos en el acuario, con la excepción de que ahora los ojos del mayor solo reflejaban decisión.

— Espera. — Las manos de Hikaru viajaron nuevamente a sus mejillas, atrayendo sus cuerpos una vez más. — Hay algo más que olvide enseñarte. — Y Lo último que Ryutaro pudo ver fue aquella sonrisa traviesa dibujarse en los labios del mayor antes de presionarlos contra los suyos.

Por que fue incapaz de mantener los ojos abiertos en cuanto la palabra ‘beso’ apareció en su mente, Hikaru lo estaba besando, tan dulcemente que incluso le dieron ganas de reír a causa de la vergüenza que aquello le producía. Y cuando sintió como sus labios respondían lentamente a los movimientos que Yaotome marcaba solo pudo aferrarse fuertemente a la ropa que vestía el mayor, por que aquello no era desagradable, pero si algo nuevo, y comenzaba a tener miedo de las sensaciones que algo como eso le provocaban.

— Dijiste que los besos en las primeras citas no eran correctos. — Susurro cuando la falta de oxigeno los obligo a separarse, sujeto aun a la camiseta del mayor.

— Algunas veces, solo es bueno arriesgarse y ver que pasa después. — Respondió el mayor, deslizando sus manos por las mejillas del pequeño hasta llegar a sus manos hechas puño aferradas a su ropa, liberándose lentamente. — La lección termina aquí, suerte con ella Ryu-chan.

Ryutaro miro a Hikaru marcharse después de decirle aquello, llevando una mano a su pecho, y sintiendo perfectamente los acelerados latidos de su corazón que también retumbaban en sus oídos, acompañados de ese dulce hormigueo que atacaba sus labios y que le producía una agradable sensación, necesitaba saber que no estaba alucinando, o que pronto moriría a causa de algún mal cardíaco.

Y en medio de todo aquello, tomo una decisión.


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Su mañana del domingo había tenido un inicio terrible, por que al parecer su familia encontraba divertido excluirlo de las salidas que tenían programadas y dejarle una simple nota con explicaciones absurdas que en ese momento no tenia ganas de conocer.

Miro la casa por un instante, tanto silencio no era bueno, necesitaba distraerse para no recordar las tonterías que había cometido el día anterior y que ahora seguramente Ryutaro estaba a mitad de su cita con esa tal Miorin, que apostaba todo lo que tenia en su poder a que no era para nada bonita, ni inteligente, ni divertida, ni… ni…

— ¡Aish! ¡Creo que iré a molestar a Takaki un rato~!. — Grito, intento deshacerse así de toda aquella  frustración que el tema le provocaba mientras revolvía de sus rubios cabellos con ambas manos. Yuya siempre era la mejor opción para despejarse un rato, aunque ahora que se había conseguido novia era algo más torpe que lo normal.

Con ese último pensamiento robándole una sonrisa Hikaru salió dispuesto a correr a la casa de su amigo y pensando en que invitar a Yabu también seria una buena idea. Pero la persona que encontró ahí, de pie frente a el cuando abrió la puerta lo paralizo. “¿Qué haces aquí?” Intento preguntarle, pero la voz se había quedado atorada a mitad de su garganta, ¿Y se venia a golpearlo por haberlo besado al día anterior? Tal vez era algo que merecía pero… que hacía Ryutaro ahí en primer lugar, a esas hora del día debería estar con esa molesta chica.

— Yo… estaba apunto de salir y…

— Le dije a Miorin-chan que no podía ir. — La voz insegura del pequeño corto la pobre excusa que estaba apunto de darle, confundiéndolo un poco más en el proceso, pero se mantuvo en silencio, esperando a que el chico continuara. — eh… Quiero… Quiero probar algo, así que… Creo que tú y yo deberíamos tener una cita Hikaru.

Soltó el pequeño, con las mejillas sonrosadas y desviando su mirada a otro punto que no fuera el mayor, intentando ocultar el nerviosismo que atacaba su cuerpo, pero que el jugueteo constante que mantenía entre sus manos detrás de su espalda delataba enseguida. Hikaru no supo exactamente como tomar aquellas palabras, pero después de algunos segundos sonrió al recordar que eran las mismas que él había utilizado días antes con el menor.

— Ya tuvimos una, ¿No lo recuerdas? — Intento parecer ofendido, logrando una leve risa en Ryutaro, que lo hizo reír también. — Supongo que tendré que aceptar ya que viniste hasta aquí.

— Pero antes, tengo una pregunta. — El pequeño Morimoto hablo, ganándose toda su atención a medida que se acercaba a él. — Los besos en las segundas citas… ¿Están bien?.

La sonrisa que se formo en el rostro de Ryutaro fue tan hermosa, que Hikaru quiso golpearse mentalmente por tener pensamientos cursis como esos. — Que importa. — Y cuando al fin lo tuvo lo suficientemente cerca, atrajo ese pequeño cuerpo en un fuerte abrazo para besas aquello delgados labios que tanto le gustaban, siendo correspondido al instante.

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