viernes, 14 de junio de 2013

♣{Drabble} Pocky's game

: Mio e___e)9

: U - Lee Taemin

: SHINee World (?)


¡Hoooooola~ !

Hace tanto que no publico nada por aquí D:! Sinceramente, ¿Alguien lo extraño? x'D kjasdaskjhdsajkd!, Bueno, una disculpa, pero la creatividad y yo vivimos en una eterna pelea y ella nunca quiere cooperar conmigo e_e

Como sea~
Vengo a molestarlas con HikaRyu bonito por que yo amo esta pareja y nadie me da fics ;_;! ¡Alguien escriba por favor! ;OO;!, bueno, dejaré de aburrirlas con esto por que sé que nadie lo lee x'DD!


Disfruten~ Y ya saben, 
¡Los comentarios son  !


Titulo: Pocky's game.
Autora: Tsunew~ 
Pareja: Hikaru Yaotome x Ryutaro Morimoto { HikaRyu  }
Genero: ¿Fluff? No tengo la menor idea de que es esto D:!
Extensión: Drabble
Dedicado: Para Hiba-chan x'D Y Andii que me ayudo un poco a corregirlo
Notas: Hikaru forever rubio(?) El juego del pocky es algo conocido por la mayoría, aunque en lo personal nunca lo he jugado x'D Para quien no sepa de que se trata puede informarse AQUÍ :3





Pocky’s game.


Hikaru ni siquiera se inmutó por el repentino peso extra en sus piernas.

En su lugar una ligera sonrisa apareció en sus labios al sentir la agradable cercanía de ese conocido cuerpo encima suyo, presionándolo un poco más sobre aquel mullido sillón donde minutos antes descansaba. En otro momento la posición tan sugerente en la que se encontraban hubiera incitado al rubio para juguetear con el chico, pero el cansancio acumulado por largas horas de trabajo le había cobrado finalmente la factura, y su agotado cuerpo no aguantaría el tremendo esfuerzo físico que aquello demandaba.

—¿Estas dormido?

Ryutaro le pregunto finalmente, y Hikaru aun con los ojos cerrados y un pocky a medio comer en sus labios soltó un leve gruñido que el menor interpreto como un «No». Morimoto no dijo más, limitándose a mirar el rostro relajado del mayor y de cómo este parecía disfrutar de aquellos deliciosos pockys de chocolate que llevaba distraídamente a su boca. Fue entonces cuando una atrevida idea llegó a su cabeza.

Cuando Hikaru sintió un leve tirón sobre el nuevo pocky que comía abrió los ojos instantáneamente, encontrando a un lindo Ryutaro demasiado cerca de su rostro mordiendo el extremo contrario de aquella golosina. Al rubio le fue imposible no dirigirle una mirada confundida al chico, hasta que él dio un nuevo mordisco, acercándolos un poco más. Y Hikaru no necesito más para comprender.

Sus manos viajaron hasta las piernas de Morimoto, sujetándolo levemente antes de mordisquear él mismo un tramo considerable del pocky que ahora compartían. Ryutaro dudó en continuar cuando sintió la respiración del mayor erizándole la piel, pero su orgullo lo obligó a comer un trozo más, él había iniciado esto y no sería el primero en rendirse. Hikaru mordió nuevamente, eliminando de a poco la distancia entre ellos y sonriendo internamente cuando sus narices finalmente se rozaron, sintiendo como es que el pequeño se sujetaba a su camiseta mientras un adorable sonrojo inundaba sus mejillas, solo bastaba un último mordisco por parte de Ryutaro y el pocky finalmente desaparecería. ¿Sería él capaz de continuar?

Le tomaron un par de minutos decidirse a hacerlo, pero Ryutaro pareció querer terminar el juego cuando abrió levemente de sus labios dispuesto a comer el ultimo trozo de galleta con chocolate. Hasta que el abrupto choque de la puerta siendo abierta con brusquedad obligó al mayor a girar la cabeza para mirar.

—¡Hikaru, sé que tú robaste mis…! —Daiki olvidó completamente la larga lista de reclamos que recitaría a su compañero de grupo en cuanto fue consiente de la escena frente a él, y solo pudo dedicarse a observarlos claramente sorprendido. —… Pockys.

Arioka salió de la habitación tan rápido como llegó, gritando un apresurado «Lo siento» que hizo a Hikaru reír inevitablemente. Sabía bien que Daiki iría a lloriquear con Yabu y los demás chicos estarían ahí en no más que un par de minutos. Había estado tan cerca.

—Gané~ —Ryutaro canturreó aun sentando sobre él, comiendo los restos de pocky que habían quedado en sus labios con una amplia sonrisa dibujada en el rostro.

—¡Al diablo con los Pockys!

Fue lo último que dijo Hikaru antes de atrapar las suaves mejillas de Morimoto y besarlo finalmente, siendo torpemente correspondido casi al instante. Bien, si les quedaba poco tiempo a solas no tenía más remedio que aprovecharlo.